Nuevo artículo en "Ciudadanos de Castilla y León" de "El Mundo" 23-06-08
Respuestas desde la Diputación sobre el Centro de Cultura Tradicional
Vista exterior del Centro de Cultura Tradicional de Salamanca. (Foto: ENRIQUE CARRASCAL)
23 de junio.- La Diputación de Salamanca va clarificando su posición después de muchos intentos de explicaciones y de solicitudes de entrevistas con los máximos representantes teniendo como resultado palabras vacías y sin sentido.
Las respuestas dadas al Grupo Socialista sobre el futuro del centro son definitorias de lo que pretenden y después de un pequeño análisis se puede observar que: aluden al "debate filosófico, político y social sobre la identidad de hoy". Se olvidan de lo que está en juego es el futuro del patrimonio etnográfico de Salamanca. También se olvidan de otros valores muy importantes y que son la base de nuestras tradiciones: ecología y reciclaje, sostenibilidad e identidad cultural.
El patrimonio etnográfico es lo que es: una pequeña parte, aún viva, de la historia. Herencia directa de nuestros antepasados. El futuro no está en sus manos y parece que pretenden decirnos cómo se debe vivir a partir de ahora en adelante, olvidándonos de todo lo que con tanto mimo nos cedieron nuestros abuelos, y que si no se remedia irá directamente al cubo de la basura. No nos olvidemos que este Centro nació porque Salamanca se estaba quedando sin tamborileros, los instrumentos emblemáticos de esta provincia. En estos 30 años hay más materias en peligro de desaparición y así se ha hecho constar a la Diputación en el proyecto redactado por los alumnos.
Se habla de oferta cultural, cuando de lo que nosotros hablamos es del mantenimiento, protección y promoción de las tradiciones como patrimonio etnográfico, un bien reconocido por la UNESCO como bien en peligro y que se deben tomar todas las medidas para mantener la diversidad cultural (tanto de Salamanca como de los países adscritos a este organismo, recordemos que nuestro país ha suscrito todos los acuerdos con la UNESCO en sesiones plenarias ordinarias y extraordinarias por el Ministerio de Cultura).
La intención de lanzar una oferta a la provincia y potenciar los museos es encomiable, pero lamentablemente será potenciar algunos fines de semana y las temporadas vacacionales, pero no olvidemos que el patrimonio etnográfico necesita un mantenimiento diario, por lo que es perfectamente compatible impartiendo clases de unas disciplinas que hasta ahora se venían impartiendo con notable éxito de alumnos.
Se hablan de los datos que han facilitado a los medios sobre los alumnos en los que ha permanecido abierto el centro hasta su actual momento, diciendo que "los datos son los que son" cuando ellos son los primeros que han aludido a la vejez de los alumnos para dejar de impartir estas clases y cambiar el modelo. Es casi insultante. También se es viejo para ejercer la política, la enseñanza, la medicina... pero la jubilación es una cosa que marca la ley, no se jubila uno y se muere directamente. Es el descanso merecido y se puede hacer muchas cosas, incluso ayudar a los padres con los nietos y traer y llevarlos al cole. Pero no nos olvidemos que también van muchas personas jóvenes: yo soy una de ellas.
No se ha tenido para nada en cuenta el proyecto presentado por los alumnos, un proyecto serio y bien planteado y continuan con el plan de remodelación del edificio, truncado por Patrimonio al estar catalogado, y aunque dicen que poseen fondos, lo que sabemos es que no contaban con los 4 millones de euros que pretendían para hacer "el instituto de las identidades que será la envidia de Europa y del mundo." y como les falta dinero, lo que van a hacer es lavarle la cara y poco más.
Del punto de su proyecto donde se decían que iban a llevar la cultura tradicional a los pueblos, tampoco queda nada de nada ya que lo juzgan "inviable por la cantidad de recursos que comería", cosa que ya se le dijo en la reunión mantenida desde la Plataforma al Diputado de Cultura, con lo cual otra vez observamos peligro para el patrimonio etnográfico de la provincia pues si bien ya hay problemas para determinadas materias actualmente, creemos a la falta de publicidad de la Diputación y la promoción que deseaba para el centro hasta llegar al momento actual.
Si en Salamanca capital ya cuesta conseguir alumnos interesados en recibir enseñanzas de tallas y repujados, a pesar de contar con el 70% de la población, ahora para que este patrimonio no se pierda ¿acaso van a coger a alumnos por las orejas y obligarles a acudir a clases para no perder el patrimonio etnográfico y el uso de unas artes tradicionales que no deberían perderse?. Luego nos lamentaremos.
También aluden a la necesidad de labores de investigación ante lo cual les reiteramos las preguntas: ¿qué han hecho ustedes en estos 34 años?, ¿cómo podemos acceder a los fondos de las investigaciones efectuadas? No lo sabemos.
Hemos detectado en la lectura de la ley 12/2002 lagunas en cuanto al mantenimiento del patrimonio etnográfico si bien las "piedras" tienen las espaldas cubiertas en cuanto a una catalogación y una tipificación de faltas administrativas aplicables. No siendo aplicable esta especial protección al patrimonio etnográfico, por lo que sería necesario desde la Junta una modificación en este sentido.
Creo que eso es algo en lo que toda la ciudadanía estaría orgullosa, pues cada pueblo se siente orgulloso de lo propio, pero desgraciadamente muchos pueblos se están deshabitando y sus ciudadanos van a vivir a otros lugares, generalmente a las capitales de provincia, regresando el fin de semana.
Pues que la Diputación tenga en cuenta este término y se dé cuenta de lo necesario que es para los pueblos que el centro de la capital permanezca abierto, ya que despues devolvemos la cultura tradicional a nuestro pueblo.
Desde el Centro de Salamanca debe hacerse llegar la cultura a la provincia, pero no puede obviar este camino. Puedo decir que en mi pueblo estamos tres tamborileros y dos hemos aprendido en Salamanca, y que el grupo de bailes, parte de sus componentes lo han hecho también. Que nos esforzamos en el mantenimiento de nuestras tradiciones pero que vemos necesaria la continuidad del Centro, para que otros lugares puedan hacer lo que nosotros, aunque crezca en otros sentidos, y que debe ser un Centro vivo y no sea mera muestra de un pasado condenado a la extinción.
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