Articulo publicado en "El Mundo de Castilla y León"Edicion digital
Contra el cierre del Centro de
Cultura Tradicional de Salamanca
Vista exterior del Centro de Cultura Tradicional , ubicado en Salamanca. (FOTO: Enrique Carrascal)
19 de febrero.- El pasado 29 de diciembre la presidenta de la Diputación de Salamanca, Isabel Jiménez, anunció en un periodico local, La Gaceta de Salamanca, el cierre del Centro de Cultura Tradicional de Salamanca.
Se ha reactivado la Plataforma que hace siete años se constituyó ante la amenaza de cierre. Se han programado una serie de actos para conseguir lo que ya se logró antaño y poco a poco se irán llevando a cabo según un calendario de actuaciones marcado por dicha plataforma.
Después de poner en conocimiento de los medios locales de comunicación, diversas entrevistas y algunos actos informativos, esta plataforma, a pesar de haber solicitado hace ya muchos días, una reunión con la máxima responsable de la Diputación, todavía no tiene noticias fiables ni consistente de nada que tenga que ver con la continuidad del centro.
Recordaremos o informaremos que este centro tiene 30 años de historia y por sus aulas han pasado más de 21.500 alumnos. Los plazos de matricula duran dos dias y aun así tardan horas en cubrirse las plazas.
Se realizan muchas actividades encaminadas al mantenimiento y la enseñanza de la cultura tradicional salmantina, que a pesar de todos los esfuerzos, hay que seguir alimentando la llama.
Desgraciadamente, nuestros mayores mueren, llevándose con ellos toda la sabiduria acumulada durante toda una historia.
Antes, cada vida era una historia. Una historia andante llena de anécdotas y conocimientos que ahora nos suenan raros, pero que siguen siendo necesarios. Son parte de una manera de vivir y de una identidad que define a los habitantes, en este caso de Salamanca.
Con nuestras matanzas típicas, que persisten a pesar de las limitaciones marcadas por las autoridades sanitarias. Con los bailes tradicionales, que definían las fiestas y que no tenían "canción del verano", parte de la tradición oral y que retrataban historias, historietas, dimes y diretes, sorna y picardía, nanas e historias de curas y sirvientas, molineros y molineras, toreros y mozos, canciones de trilla y de boyada...y así hasta el infinito y más allá.
Bailes que han sobrevivido al "agarrao" y al chunda-chunda, y que alegraban bodas y fiestas mayores. Paloteos y castañuelas, bailes picaos y brincaos que definían la habilidad del bailador, botellas que no caen y otras que se rompen... En fin, qué les voy a contar que no sepan, sobre todo si son de Salamanca.
Tengo la sensacion de que nuestras tradiciones son más valoradas fuera que dentro y que, con el cierre, se va contracorriente. Ahora que se crean centros de cultura tradicional en todos los pueblos y ciudades y que presumen de las tradiciones.
Desde las fiestas de los carnavales de los pueblos de Zamora y León, hasta el museo de Urueña. Fiestas de interés provincial, regional o nacional, que tienen una base tradicional. O la recuperación de trajes, canciones, recetas, y una lista interminable de cosas que tenerlas en casa llena de orgullo al que las posee, como todos los enseres que antes se tiraban y ahora se exhiben con orgullo en la bodega más "pintá".
Pues eso, que recapaciten los politicos y que el centro no se cierre.
El proximo domingo 24 de febrero se realizará en la Plaza de Anaya, junto a la catedral de Salamanca, un acto informativo del problema.
http://www.elmundo.es/elmundo/ciudadanocastillayleon.html
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